Casi todos los sistemas eléctricos de los vehículos contienen relés.

Casi todos los sistemas eléctricos de los vehículos contienen relés. Estos relés se utilizan principalmente para funciones de conmutación y respaldan las comodidades eléctricas modernas en los vehículos. Estos relés se pueden instalar en el propio vehículo o en la placa del fabricante de la unidad.

Relés automotrices Se componen de dos partes principales: la armadura y los contactos. Los contactos son piezas metálicas móviles que son arrastradas por un campo magnético. Este campo magnético luego completa el circuito en el lado de carga del relé. La armadura está unida a un resorte tensor que la mantiene en su lugar. Cuando se aplica el voltaje, la armadura junta los contactos.

Los relés automotrices se utilizan generalmente para la seguridad y comodidad del conductor. También ayudan a proporcionar mayor eficiencia y conectividad en los vehículos. Un relé también funciona como amplificador. Permiten que un circuito de baja corriente controle un circuito de alta corriente.

Las bobinas de los relés automotrices están diseñadas para soportar altas temperaturas. Se pueden fabricar en bobinas con enclavamiento o en bobinas sin enclavamiento. Los relés automotrices también vienen con sellos herméticos, diodos incorporados o una combinación de estos componentes. Estos tipos de relés están diseñados para funcionar en ubicaciones de alta vibración, con protección contra el ingreso de gas y en condiciones de temperatura extrema.

Cuando la tensión de alimentación es baja, las bobinas del relé tendrán una tensión reducida y por tanto, su vida útil se verá afectada. Además, la temperatura de funcionamiento también afectará el valor de resistencia de la bobina. Este cambio dependerá de la temperatura ambiente, la frecuencia de funcionamiento y el tipo de carga.

Los relés automotrices se pueden utilizar para cualquier tipo de vehículo. Se pueden instalar en el compartimiento del motor debajo del tablero o en el compartimiento del motor detrás de los paneles de protección. El número de relés en un vehículo puede variar de diez a veinte.